Cita silbada nº3 - Fragmento del tomo II Historia del Pueblo Guanche
Centenario del fallecimiento de Juan Bethencourt Alfonso (Web),
Abían (7 años). Tenerife, 2013
Islas Canarias
Juan Bethencourt, historiador tinerfeño del pueblo guanche, escribía a finales del sigloXIX que un viajero que visitara por primera vez la isla de La Gomera escucharía silbidos suaves como de pájaros o intensos como de locomotora, algunos rápidos y otros sostenidos; sin saber que los silbidos estaban hablando de su presencia. Usado por los guanches antes de la colonización española, el silbo es un lenguaje articulado que traslada o sustituye los sonidos del lenguaje ordinario involucrando a los dos hemisferios del cerebro en su desciframiento, como ocurre con la música. Con la desaparición del idioma guanche originario, los últimos gomeros prehispánicos comenzaron a codificarlo sobre la lengua castellana. Algunos investigadores han planteado la hipótesis de su origen africano al haberse reconocido un uso similar en el Atlas. En La Gomera, el silbo envía mensajes hasta 5 km de distancia a través de su compleja orografía de barrancos.
Justamente, los barrancos afloran como cuencas acústicas de comunicación que conectan las montañas con las costas, enhebrando -en su camino- la multitud de los ricos y diversos micropaisajes insulares… Uno de ellos, el barranco de Guiniguada de Gran Canaria, fue el lugar seleccionado por Sventenius para cultivar el jardín botánico Viera y Clavijo. Auténtico crisol de la vegetación autóctona del archipiélago canario.